Desde pequeñas, sabíamos que algún día haríamos algo juntas.

Somos familia, tres primas Lola, Alejandra y Manuela, nacidas en Madrid y criadas entre telas, pinceles y piedras preciosas. Nuestras madres son artistas, diseñadoras, soñadoras… y sin quererlo, nos enseñaron a mirar el mundo con otros ojos. A crear con las manos y con el alma.

Así nació SACH.
No porque lo planeáramos del todo, sino porque lo llevábamos dentro. Es nuestra manera de contar historias sin palabras.

Joyas que se diseñan con intención, que se terminan a mano en España y que están hechas para mujeres que quieren sentirse auténticas, poderosas, libres.

Nos inspiran los viajes, la naturaleza, lo imperfecto, lo que nadie ve.

Utilizamos materiales inesperados. Hay algo en cada una de nuestras piezas y en materiales como el espejo que capta la luz y la devuelve multiplicada.

No sabemos muy bien de dónde viene el nombre. Un día simplemente apareció, como una palabra inventada que tenía sentido antes de entenderla.
Y decidimos quedárnosla.

Porque así es SACH: intuitiva, mágica, distinta, misteriosa, atrevida y sofisticada. Como todas las mujeres magnéticas que la llevan. Un reflejo de lo que eres cuando te atreves a ser tu misma.