SAND
Nacida en las profundidades del océano, una perla comienza como un minúsculo grano de arena, un intruso en el delicado mundo de la ostra.
Ante la extrañeza de la arena, el molusco la envuelve lentamente con capas de nácar brillante, creando una fascinante estructura cristalina. La convierte en un tesoro.
Las joyas diseñadas bajo la colección Sand, recopilan los valores escondidos en el proceso. La delicadeza, el detalle y lo puro.
La arena, el modesto origen de estas maravillas, nos recuerda que incluso el comienzo más simple puede conducir a una belleza extraordinaria.